lunes, 19 de septiembre de 2011

Lucha y se feliz.


Eh, tú! Sí, te estoy hablando a ti, no mires para otro lado, no quiero nada especial de ti aunque solo te pido una cosa, nada más, cuando leas esto, puedes olvidarte de mi, hacer como si no has leído este texto, como si no hubiera pasado nada, como si no supieras quien soy y no me hubieses visto nunca.
Lo único que quiero de ti es que me respondas a una pregunta, aparentemente simple, pero créeme cuando te digo que no lo es. Dime compañero, ¿Eres feliz?
La reacción más frecuente a esta cuestión es una respuesta firme, decidida. “Claro que lo soy”, “lo tengo todo”, “¿Por qué no iba a ser feliz?” “La vida es bella amigo”.
No eres feliz, no lo tienes todo, no tienes razón para ser feliz, la vida no es bella contigo, no recibes de lo que das. Entonces, ¿Para que vivir si vas a vivir de este modo? Te falta algo y lo sabes, algo que anhelas que siempre has querido tener, es ella.
No , se que estarás pensando en aquella persona a la que amas, en esa persona que te comprende, que te hace ver la vida con otros ojos, desde otro punto de vista, pero estás muy equivocado. Felicidad, es eso.
Vamos a analizar todo esto.

Se define felicidad como el estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien.
Definición corta para lo que te pretendo explicar en esta carta.
Ser feliz no es estar tranquilo, sin problemas, sin preocupaciones, pero tampoco la felicidad se basa en que tú alrededor te sea indiferente. Vas a sufrir, vas a querer gritar, golpear, reventar, acabar con todo, en ese momento es en el que aparece el inicio de la felicidad.
Querer cambiar el mundo aunque sea un deseo fuerte, noble, valiente es una gran utopía. Pero puedes cambiar tu vida, puedes ponerte a los mandos de tu velero y tomar el timón con fuerza y decisión, en ese momento es en el que aparece el inicio de la felicidad.
Empezar a plantear tus miedos, tus objetivos, tus metas. Comenzar a valorar lo que tienes, personas especiales, amigos, a ti mismo, en ese momento es en el que aparece el inicio de la felicidad.
Pero lo más satisfactorio y reconfortante de esto, es cuando comienzas a luchar, luchar por lo que quieres, por lo que te va a ayudar en esta vida. Vivir es ir muriendo dijeron, necesitas luchar para poder decir que tu morir es haber vivido plenamente, como siempre deseaste y como deseabas haberlo hecho, en ese momento es en el que aparece el inicio de la felicidad.
¿Conseguir ser plenamente feliz? Otra utopía.
Muchas personas dicen ser felices, millones de ellas apostarían por que lo son pero seamos sinceros, ser feliz del todo es inalcanzable para un ser humano normal, nunca se consigue la plenitud, la felicidad completa; no te estoy diciendo que no exista, pero es inalcanzable.
Pero ahí es donde entras tú, amigo mío, tú no eres un simple ser humano, eres algo más, no eres un pedazo de carne, en tu interior hay algo llamado tu tú.
Mi yo, tu tú, su su.
Todas las personas tenemos esa faceta nuestra, esa doble cara dentro de nosotros aunque no muchos llegan a potenciarla. ¿Y cómo es? Te preguntarás... pues bien él es un espíritu libre, con ganas de vivir, pero lo que más le identifica y lo único por lo que llegará en algún momento a ser feliz plenamente es lo que nos hace verdaderamente fuertes: ¡LAS GANAS DE LUCHAR!
Esas ganas es lo que te hace fuerte, lo que te hace seguir después de enfrentarte a la vida día tras día.
Otra duda más, ¿De dónde salen esas ganas? Pues bien, surge de otra faceta nuestra en nuestro interior: ¡TU INCONFORMISMO!
El inconformismo es el motor de tu vida, de tus actos, te hace querer conseguir más y más, ambición, poder, felicidad al fin y al cabo.
Pero, ¿Quién será capaz de poner en práctica estas ideas?: TU TÚ
Todo gira en torno a tu tú
Tu tú es el rebelde, el inconformista.
Tu tú es el que tiene las ganas de luchar.
Tu tú es el que te lograra conseguir la felicidad.
Esto es todo amigo. Eres capaz de todo esto.
Ten ganas de luchar siempre.
No dejes que tu inconformismo muera.
Y sumérgete en ti mismo, conócete.
Pero sobre todo, LUCHA Y SE FELIZ.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Involución



-Papá, ¿qué es la involución?


-Hijo, ¿a qué viene esto ahora?


-Es que se lo oí a unos señores en el parque...


-¿Y qué decían?


-Pues... No se qué de la Sociedad..., que adónde iba a parar... y luego dijeron algo sobre la involución. Y me quedé con la duda. Explícamelo, papá.


-A ver, la involución es... No, déjalo, eres muy pequeño para entenderlo.


-Venga, dímelo, papá.


-Bueno... a ver cómo te lo explico. Mira hijo, la involución es como si la Sociedad, en vez de ir progresando, fuera hacia atrás, de nuevo a las cavernas... Es que no sé cómo decírtelo para que lo entiendas...


-Entonces, ¿la involución es, por ejemplo, que algunos chavales de mi clase insulten al profesor, y que encima, si el profesor hace algo, se quejen a sus papis y que les defiendan? ¿Involución es que mi profesor de matemáticas estuviera una semana sin poder venir porque estaba en el hospital; después de que el padre de uno de mis compañeros le pegara? ¿Y también es involución que al que suspendió todo, los padres le compraran una nueva consola?


-Sí, hijo, eso es involución. Involución, como esos pobres niños que hay en el mundo, que darían lo que fuera para ir a la escuela, mientras que otros chavales a los que no les falta de nada, darían lo que fuera por no ir. Involución es que ahora el más popular en las clases es aquél que no va a llegar a cobrar la jubilación, porque antes se habrá destruido a sí mismo.


-Entonces, ¿también es involución que haya niños que tengan que sudar sangre para conseguir un mísero trozo de pan, mientras que hay otros que se permiten en lujo de tirar la comida?


-Sí hijo, eso también es involución. Como que también es involución que los trabajadores que tienen uno de los mejores sueldos del país, decidan todos dejar de trabajar y colapsen el trafico aéreo, mientras que los demás tenemos que ganarnos el sueldo de cada día sin presentar queja. Y que también, los médicos de hoy en día no se dediquen a salvar vidas, si no a cumplir con los objetivos que les son mostrados en un papel.


-¿Como aquélla vez que tuvimos que ir a urgencias y no nos atendieron porque decían que no era el hospital que nos correspondía?


-Por ejemplo. Y hablando de enfermedades, también es involución que nadie tome ninguna medida en serio para ayudar a los haitianos.


-¿Qué es un haitiano?


-Pues es un señor que vive en Haití, que es un país que está en una isla cerca de Cuba y de EEUU. Y ya que he mencionado este país, también es involución que, todo lo que se ponga de moda allí, lo sigamos en todo el mundo como tontos. A este paso no vamos a tener personalidad. Haremos lo que nos digan los típicos cuatro payasos de turno, infundiéndonos ideas de usar y tirar, que sirven para involucionar aún más.


-¿Pero, papá, por qué me cuentas todo esto?


-Porque yo quiero que en un futuro, cuando seas mayor, luches contra esto. Porque nuestro turno para arreglar las cosas ya pasó. Ahora os toca a vosotros. A toda vuestra generación. No permitas que este mundo en involución sea cada vez peor. Hijo, si por un casual fueses un hombre con mucha influencia, recuerda las palabras de tu padre, e intenta cambiar el mundo en la medida de lo que puedas. Es difícil, pero no permitas que el materialismo, la codicia y los malos valores perviertan el mundo en el que vives. Apuesta por la cultura, la educación, la honestidad y la solidaridad. Y nunca desees a los demás lo que no quieras que te pase a ti. Recuérdalo hijo, el futuro está en vuestra generación. Bueno, yo creo que por hoy es suficiente. Además, mira la hora que es. ¿No deberías estar ya en la cama?


-Es verdad, papá. Buenas noches.


Si al menos estas palabras cambiasen un poco las cosas...
Saludos, Álvaro Guzmán.

lunes, 25 de abril de 2011

Un mundo desigual


En esta gigantesca roca que gira a miles de kilómetros por hora vivimos nada más y nada menos que la friolera cifra de siete mil millones de personas.
Pero es enormemente frustrante para la sociedad del siglo XXI en el que estamos, que después de tantos años y siglos luchando por mejorar nuestras condiciones de vida, mejorar medios para satisfacer nuestras necesidades (que muchas de las veces son innecesarias), mejorar nuestra tecnología… en definitiva mejorar nuestra vida, haya personas que no pueden decir que viven.
El capitalismo actual que tomamos como principal sistema económico es realmente injusto, porque excluye a personas que no han tenido las mismas oportunidades que nosotros, ¿y por qué no las tienen?, se preguntarán algunos... simplemente porque el afán de conseguir más y más, la avaricia, el querer controlar todo lo que produzca un mísero centavo de beneficio ha hecho que nos olvidemos de estas personas, que son como nosotros, como nuestros padres, hermanos, profesores, amigos como nosotros mismos.
Son personas que están literalmente olvidadas, ajenas al mundo moderno, es francamente repugnante que haya personas que tiren la comida a la basura mientras en el mundo hay treinta y cinco mil niños que se mueren de hambre al día y que nosotros no hagamos nada.
Es deprimente pensar que nosotros, teniéndolo todo siempre queremos más, nunca estamos contentos y siempre queremos más, mientras que hay personas que no tienen nada de lo que nosotros consideramos básico y primordial, por eso debemos cambiar ya.
Yo, aquí sentado en mi silla no puedo hacer nada como para poder solucionar un problema de tal magnitud, ni con la ayuda de todo mi país, pero si todos los países nos unimos para pensar en soluciones que adoptar frente a estos problemas tal vez, no de golpe pero poco a poco podamos limar las diferencias que hay en nuestro mundo hasta crear un mundo igual, sin diferencias entre mundo desarrollado y subdesarrollado.
El capitalismo lo podemos observar desde cualquier punto de vista, a nosotros no nos hace ningún daño aparentemente pero el capitalismo que estamos apoyando mata, mata a miles de personas y lo peor es que mata sin razón alguna y de manera absurda.
Creo, desde mi punto de vista, que debemos replantearnos el camino que nuestra sociedad está llevando, replantearnos nuestro modo de vida egoísta e insolidario que nos va a llevar a acabar con nuestro propio mundo a base de injusticias y desigualdades, ¡que somos iguales por Dios! y el no pensar que lo somos está acabando con nuestro mundo.
Es el momento de ayudar.
Es el momento de cambiar.
Es el momento de ser solidarios
Es el momento de ser iguales.
Es el momento de unirnos por un bien común.
Es el momento de darle la vuelta a esta situación y arreglar lo que hemos estropeado.
Y con éste comentario no pretendo cambiar el mundo, simplemente porque yo sólo no puedo enfrentarme a esta situación pero con unos cuantos miles de millones de personas junto a mí puede que logremos arreglar este maltrecho mundo.
Pero parece ser que los grandes líderes no se quieren dar cuenta de esta situación, así que aprovechándome de una frase histórica…: !Capitalistas del mundo; Unámonos¡
Saludos ; Pablo Albaladejo.